lunes, 30 de octubre de 2006

La generación Cesc

Cesc Fàbregas, jugador de fútbol del Arsenal y de la Selección Española, nació el 4 de mayo de 1987.


Durante la última Copa del Mundo de Alemania 2006, jugó a un gran nivel representando a la Selección Española.
Al finalizar uno de esos partidos fue entrevistado por Diego Armando Maradona, que trabajaba de comentarista para Cuatro. Maradona le halagó diciendo que era un gran jugador, y Cesc se lo agradeció reconociendo que para él era un honor recibir un elogio así de un mito como Maradona.

Sin embargo, cuando Maradona le marcó aquel célebre gol a Inglaterra en la Copa del Mundo de México 1986, después de regatear a medio equipo inglés (por cierto, el mismo día que marcó aquel otro gol con "La mano de Dios")... Cesc Fàbregas aún no había nacido. Es más, los primeros recuerdos futbolísticos que afirma tener Cesc son la Copa del Mundo Francia 1998, cuando Maradona ya se había retirado. Es decir que, a pesar de sus palabras, es probable que Cesc no viera en Maradona a un futbolista, sino a un drogadicto felizmente rehabilitado que dicen que jugaba bien al futbol.

La confirmación de todo esto vino a continuación, cuando Cesc fue entrevistado por el periodista deportivo Julio Maldonado "Maldini". A Cesc se le notó en la voz (esta vez sí) la emoción de estar siendo entrevistado por alguien al que él sí conocía por programas de televisión como "El día después" de Canal+, o "Maracaná 06" de Cuatro.

Y es que, aunque para un miembro de la "Generación X" (o "Generación de los 80's") como yo le pueda parecer increíble, para un miembro de la "Generación Cesc" Maradona es... un personaje histórico.

Para ellos, la Guerra del Golfo es tan histórica como la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial,... o la Guerra Fría. Vamos, que los únicos regímenes comunistas que conocen son Cuba y Corea del Norte.

Alemania siempre ha estado unida, y el muro de Berlín es algo que sale en algunas películas antiguas de espías.

Michael Jackson siempre ha sido blanco, y los posados veraniegos de Ana Obregón siempre han dado vergüenza ajena.

Los teléfonos móviles siempre han existido, al igual que Internet, los CD's y los ordenadores personales. Conocen las cintas de video (las VHS), pero "Beta" y "2000" les deben sonar a versiones de un sistema operativo de Microsoft.

La televisión siempre a sido en color, con mando a distancia, y siempre ha tenido al menos 6 canales. "Heidi", "Marco", "Comando G" y "Mazinger Z" deben de parecerles personajes mitológicos.

Y todo esto me ha llevado a reflexionar seriamente, no ya sobre lo joven que es Cesc Fàbregas, sino sobre lo viejo que empiezo a ser yo mismo.