miércoles, 27 de abril de 2011

Cabo de Hornos

Esta noche he doblado el cabo de Hornos.

Vale, que ha sido virtualmente, pero me ha hecho la misma ilusión que si estuviera de verdad en cubierta. Si no de que me voy a levantar a las 4 de la madrugada para encender el ordenador y ver a mi barquito doblar el mítico cabo. Y bueno, ya que estaba levantado, he aprovechado para acercarme lo más posible a la rocosa costa del cabo, dura como el diamante, para recorrer menos millas.

Sinceramente, estaba esperando este momento desde hace dos meses, cuando empecé a dar la vuelta al mundo virtual en velero con la Barcelona World Race. Porque el cabo de Hornos es el sanctum sanctorum de la navegación oceánica a vela. Es el equivalente a ascender el Everest para un alpinista. En definitiva, el mayor reto para todos los navegantes del mundo.

Y es que el cabo de Hornos se ha cobrado una enorme cantidad víctimas a lo largo de la historia. Las desapariciones de barcos eran habituales en el pasado. Sólo entre 1850 y 1900 más de un centenar naufragaron en las inmediaciones del cabo, algunos estrellados contra rocas o hielos flotantes y otros por no poder soportar la fuerza de los vientos. Los marineros y piratas de la época adoptaron la costumbre de ponerse un pendiente en forma de aro en la oreja que simbolizaba haber sobrevivido al paso del peligroso cabo.

Y por lo que he leído, según marca la tradición, además del pendiente también tengo derecho a mear a barlovento y a permanecer sentado en presencia del rey.

Estoy pensando... ¿se podrán hacer ambas cosas a la vez?
:-D

martes, 19 de abril de 2011

Isla Howland

La isla Howland es un atolón coralino ubicado en el medio del océano Pacífico, justo sobre la línea del Ecuador, a mitad de camino entre Australia y Hawái.


La isla está deshabitada, carece de agua y no tiene actividad económica. No posee puerto, ni muelle, está rodeada de arrecifes y su único recurso natural son los depósitos de guano.



El hecho de que la única riqueza de la isla sean los excrementos de pájaro creo que lo dice todo.

La isla Howland ocupa, sin duda, el primer puesto en la lista de lugares-en-el-quinto-pino, y no aparecería en los mapas si no fuera por la célebre aviadora estadounidense Amelia Earhart.



Amelia Earhart fue la primera mujer en cruzar en avión el océano Atlántico (acompañada por un piloto y un mecánico), la primera mujer en cruzarlo en solitario y la primera persona en hacerlo dos veces.

En 1937, se dispuso a realizar un viaje alrededor del mundo siguiendo la línea del Ecuador (es decir, por la ruta más larga posible). Partiendo de Los Ángeles, llegó a Miami y a San Juan de Puerto Rico. Atravesó el Atlántico, cruzó África y llegó a Karachi (India). De allí continuó a Calcuta (India), Rangoon (Birmania), Bangkok (Tailandia), Bandoeng (Indonesia), Singapur, Darwin (Australia) y Lae (Nueva Guinea). A partir de ese punto la ruta se volvió más complicada. Necesitaba una isla a medio camino entre Nueva Guinea y Hawái… a ser posible que contase con una pista de aterrizaje.

Los Estados Unidos habían construido para ella una pista de aterrizaje en la isla Howland (la isla es territorio estadounidense). Incluso desplazaron allí al buque guardacostas Itasca para orientar a Amelia y a su navegante en la aproximación final a Howland.

Y es que Amelia Earhart volaba acompañada de Frederick Noonan, un navegante experimentado en los vuelos sobre el océano Pacífico, que tenía la difícil misión de encontrar una isla de 1,6 km2 completamente llana, en medio del mayor océano del planeta, mediante navegación astronómica (obviamente, no existía aún el GPS).

Si tenéis curiosidad por conocer el resultado de este épico viaje de Amelia Earhart, podéis hacerlo en la película “Amelia”, protagonizada por Hilary Swank y Richard Gere.

Mientras escribo todo esto, mi barco se encuentra también en medio del océano Pacífico, aunque mucho más al sur. Continúo navegando virtualmente rumbo al cabo de Hornos, en la zona denominada como los 50 aullantes.

Aunque hay veces que el viento es tan suave que más bien parecen los 50 maullantes…

miércoles, 13 de abril de 2011

Estrecho de Cook

James Cook fue un marino, explorador y cartógrafo británico, que realizó tres viajes por el océano Pacífico, descubriendo y cartografiando costas e islas en aquella zona del mundo.


En su primer viaje, después de cartografiar Nueva Zelanda (descubriendo el estrecho de Cook), se dirigió a la costa este de Australia, hasta entonces desconocida para los europeos.

Allí descubrió la gran barrera de coral. Mejor dicho: embarrancó en la gran barrera de coral. Así que se vio obligado a llevar el barco a la costa para repararlo, y los expedicionarios aprovecharon la estancia forzosa en tierra para explorar la flora y la fauna australianas. Tuvieron contacto con los aborígenes australianos y les preguntaron por el nombre de un curioso animal, muy abundante por aquellas tierras, que se desplazaba dando grandes saltos sobre sus poderosas patas traseras. Los aborígenes les contestaron “gangaroo”, que los expedicionarios ingleses interpretaron como “kangaroo” (“canguro” en español) por lo que le dieron dicho nombre al animal. Lo que ignoraban los ingleses era que el autentico significado de “gangaroo” era, literalmente, “no le entiendo”.
:-D


En estos momentos estoy emulando virtualmente al comandante Cook, cruzando el estrecho que lleva su nombre. Según la wikipedia “el estrecho de Cook debido a sus corrientes y al clima frecuentemente tormentoso,… está clasificado entre las aguas más peligrosas del mundo.” Pero el caso es que mucho clima tormentoso y demás, pero llevo tres días ciñendo como un ca…, como un capitán, para poder pasar por el dichoso estrecho con vientos suaves de 8-10 nudos (y en algunas zonas de menos de 2 nudos).

Pero ya está hecho, a las 00:31 he pasado el estrecho navegando a 7 nudos, y ahora se abre ante mí la inmensidad del océano Pacífico Sur.


Próxima parada: Cabo de Hornos.

domingo, 10 de abril de 2011

Nueva Zelanda

El país de los maoríes, de los All Blacks, de Edmund Hillary y el lugar donde se rodó la trilogía de “El Señor de los Anillos”. Y, por supuesto, el país de los kiwis, de los kiwis y de los kiwis.
;-)


El primer europeo en llegar a Nueva Zelanda fue el explorador holandés Abel Tasman, en 1642. Aunque debido a que los maoríes resultaron ser muy poco amistosos, mataron a cuatro tripulantes, ningún otro explorador se atrevió a desembarcar allí durante más de un siglo.

Fue el gran explorador inglés James Cook el que exploró y cartografió estas islas, en 1769, descubriendo el estrecho de Cook, al que dió nombre, que separa la isla Norte de la isla Sur.

Así que aquí estoy, navegando virtualmente con vientos suaves, remontando la isla Sur de Nueva Zelanda camino del citado estrecho. Aún me faltan más de 350 millas.

Ya será imposible para mí vencer en la tercera etapa de esta Barcelona World Race, pero por lo menos tengo la ilusión de llegar al estrecho para ver tierra firme de cerca, por primera vez desde el estrecho de Gibraltar. He pasado cerca de las islas Canarias, de Cabo Verde, de las islas Kerguelen y, anoche, de la isla Stewart. Pero siempre ha sido durante la noche española, con el piloto automático puesto, por lo que no he tenido oportunidad de ver tierra.

De momento estoy lejos de la costa, así que me tendré que conformar con ver a otros barcos en la distancia…


jueves, 7 de abril de 2011

Océano Pacífico

Cuando Fernando de Magallanes, en su viaje alrededor del mundo, cruzó el entonces denominado mar del sur, lo rebautizó como océano Pacífico al no encontrar ninguna tormenta durante su travesía.


Es curioso porque es en este océano donde se forman el mayor número de ciclones tropicales y algunos de los más destructivos. El último ejemplo el ciclón Yasi.

Uno de mis viajes soñados (es que tengo muchos viajes soñados) es visitar Nueva Zelanda. Y ahora tengo la oportunidad de hacerlo virtualmente gracias al juego de la Barcelona World Race. Pero es que incluso podría… hacerlo realmente.

Resulta que el barco que invierta menos tiempo en recorrer virtualmente la etapa Cabo de Buena EsperanzaEstrecho de Cook, ganará un viaje a Nueva Zelanda. Pues bien, el record actual está en en manos del “Normandie yacht” con 18 días 15:12:42.

Hace 15 días y 13 horas que doblé el cabo Buena Esperanza (el 23 de marzo, a las 4:41 Hora Peninsular Española). O sea, que me quedan 3 días y 2 de horas (mejor dicho, una hora más por el cambio al horario de verano) para hacer 1.106 millas. La hora límite de llegada al estrecho de Cook sería el 10 de abril a las 20:53. Tendría que hacer casi 15 nudos de velocidad media… pero en las últimas horas he estado navegando a 14,78 nudos de media. Sería posible, pero va a estar muy justo.

Pero, claro, acabo de pasar el meridiano del cabo Sureste en Tasmania y al internarme oficialmente en el oceáno Pacífico… me he encontrado con una zona de calmas.

Maldito Magallanes…

lunes, 4 de abril de 2011

Cabo Leeuwin

El cabo Leeuwin se encuentra ubicado en el extremo suroccidental de Australia y es, según los australianos, el punto en el que se unen el océano Índico y el océano Glaciar Antártico, aunque para el resto del mundo el océano Índico se extienda hasta el extremo meridional de la isla de Tasmania. El primer barco europeo que visitó el cabo fue un buque holandés llamado Leeuwin ("Leona" en neerlandés), que cartografió las costas cercanas en 1622, aunque el cabo en sí mismo no puede ser reconocido en estas cartas. Posteriores expediciones sí que cartografiaron el cabo y le dieron el nombre del buque holandés que lo "descubrió".

El cabo Leeuwin es uno de los tres grandes cabos que hay que doblar para circunnavegar la Tierra, junto al cabo de Buena Esperanza y el cabo de Hornos.

En la actualidad, en una típica competición de vela alrededor del mundo, los participantes parten de un puerto europeo, navegan hacia el sur del océano Atlántico y a continuación doblan sucesivamente por los cabos de Buena Esperanza, Leewin y Hornos para volver de nuevo al océano Atlántico, navegando hacia el este. Aunque, curiosamente, la primera circunnavegación de la Tierra, realizada por el español Juan Sebastián Elcano, fue hecha navegando hacia el oeste, por el estrecho de Magallanes, las islas Molucas y el cabo de Buena Esperanza.

Esta mañana, a las 12:20:36, el barco francés Virbac-Paprec 3 ha cruzado la línea de llegada de la Barcelona World Race completando la vuelta al mundo a dúo sin escalas en un tiempo total de 93 días 22 horas, 20 minutos y 36 segundos.

Mientras tanto, yo estoy casi en las antípodas, habiendo doblado virtualmente el cabo Leeuwin anoche a las 22:49.

Pero ¡ojo!... que les había dado a los franceses más 56 días de ventaja.