miércoles, 31 de julio de 2013

Y ahora tengo un novio

Últimamente todos mis post están relacionados con la música. Tanto es así que estoy pensando en cambiar de nombre al blog y llamarlo “Reflexiones musicales”. En un intento por cambiar de tema, voy a tratar sobre un asunto personal.

Recientemente he estrenado paternidad (bueno, no tan recientemente, hay que ver cómo pasa el tiempo) y tengo que decir que estoy disfrutando al máximo de la misma. Porque mi niño es el más guapo, el más listo y el más cariñoso. Es lo que me dice todo el mundo. Y al final he terminado por creérmelo.

Yo siempre había criticado a la gente que dice que su pueblo o que su hijo era el mejor de todos. En el primer caso, porque esta afirmación suele hacerla gente que no está viajada, que no conoce más que su pueblo y, claro, les falta criterio. Además, se da el caso de que “mi pueblo” sí que es el más bonito del mundo y, claro, la comparación ofende. Porque yo soy un orgulloso parisino y, a ver, ¿quién se atreve a dudar de que París es la ciudad más hermosa del mundo? Pues eso. Y en cuanto a mi niño, ¿qué puedo decir? Que me ciega la pasión. Pero es que es tan simpático, tan agradecido…

Además es un provocador. Cuando le saco de paseo va llamando la atención de todo el mundo, señalándoles, diciéndole cosas y lanzándoles sonrisas. Como si fuera George Clooney en la alfombra roja del Festival de Cannes. Y, claro, algunas veces alguna chica le contesta “¡Pero qué guapo!” lo cual me llena de orgullo (y satisfacción). Más que si me lo hubieran dicho a mí mismo.

Tanto llama la atención que le conocen todas las profesoras de la escuela infantil (le adoran) e incluso los padres de otros niños. Y, de rebote, también me conocen a mí. Porque esa es otra: he perdido mi identidad. Por lo menos en la escuela infantil, he pasado a ser el “papá de Hugo”. Pero no me importa. Es más, estoy orgulloso de ello. Ahora entiendo mejor la tradición árabe de nombrar a alguien, cuando nace su primer hijo varón, como “Padre de…”. En árabe, "Abu...". Así que ahora soy “Abu Hugo”.

Tal vez por todo esto últimamente me paso el tiempo canturreando una antigua canción de José María Cano que, parafraseándola un poco, dice así:
Y ahora tengo un novio que mide 83
Y no quiero más que qué me abrace y jugar con él


 Vaya, ya he vuelto otra vez a las "Reflexiones musicales"…

viernes, 17 de mayo de 2013

You're So Vain

Creo que en algún post anterior me había comprometido a escribir sobre la canción “You’re So Vain” de Carly Simon. El caso es que, ahora que me pongo a ello, tengo la sensación de que ya lo he hecho y de que estoy repitiéndome o, lo que es peor, plagiándome a mí mismo. En fin, en cualquier caso, ahí va la historia de “la madre de todas las canciones con mensaje” o del “secreto mejor guardado de la historia de la música pop”.

Carly Simon es una cantante estadounidense que fue bastante popular en los años 70 y 80. En el año 1972 publicó su tercer álbum con el irónico título de “No secrets”. Este álbum incluía la que resultó ser su canción más famosa: “You’re So Vain”.



La letra de la canción cuenta la historia de un antiguo amante de Simon, bastante egocéntrico, al que parece dedicarle la canción:
You're so vain / you probably think this song is about you.
(Eres tan vanidoso / probablemente piensas que esta canción es sobre ti.)
Llegó al número 1 de las listas en EE.UU. en enero de 1973 y, como en la misma se dan numerosas pistas sobre la identidad del sujeto en cuestión, corrieron ríos de tinta para tratar de averiguar quién era éste. Había una larga lista de sospechosos: James Taylor, Kris Kristofferson, David Bowie, David Cassidy, Cat Stevens, Nick Nolte, Mick Jagger o Warren Beatty.

James Taylor, que luego se convertiría en su marido, fue desde el principio el principal sospechoso porque había volado a Nueva Escocia en 1972 para ver un eclipse total de sol. Pero Simon lo desmintió tajantemente en 1973, en la revista Rolling Stone.  Al parecer la canción fue escrita en 1971 y ella se refería a otro eclipse anterior ocurrido en 1970. Debe ser que en Nueva Escocia tienen una fábrica de eclipses totales de sol…

Después de muchas especulaciones, los que contaban con mayores probabilidades de ser el infame protagonista de la canción eran dos conocidos vanidosos: Warren Beatty y Mick Jagger.

Cuando se editó la canción, Beatty se vio tan retratado en la misma que incluso llamó a Simon para darle las gracias. Pero, no. Tampoco era él. Carly reconoció en 2000 que había cosas de él en la canción pero que, definitivamente, la canción no era sobre Warren Beatty (aunque él aún sigue pensando lo contrario).

Jagger también tenía muchas papeletas. Era conocida su afición a las bufandas color melocotón y a las mujeres de sus amigos. De hecho a Angela Bowie, la mujer de David Bowie, le dedicó incluso la canción “Angie” (aunque esa es otra historia y será contada en otra ocasión). Lo más rocambolesco de toda esta historia es que Mick Jagger participó en la grabación del tema “You’re So Vain” haciendo los coros, en lo que podría ser una elaborada trampa por parte de Carly Simon para que se diera por aludido. Pero no, tampoco era él. Carly Simon, lo desmintió en 2001 en la canción “Son of a Gun”, versión de “You’re So Vain”, que cantó junto a Janet Jackson.

Carly Simon nunca había confesado quien era la persona a la que iba dirigida esta canción. Durante décadas, Simon había guardado celosamente el secreto dando vagas insinuaciones cuando era preguntada. Al fin y al cabo, el enigma no sería tan interesante si todo el mundo conociese la respuesta. Y si el secreto hubiera sido revelado, ¿sobre qué le preguntarían a Carly Simon?

Pero, treinta años después de la publicación de la canción, el 5 de agosto de 2003 se decidió a subastar el secreto por una causa benéfica. La subasta alcanzó los 50.000 dólares. Dick Ebersol, un ejecutivo de la cadena de televisión NBC, se ganó el derecho a conocer el secreto de boca de la cantante. Como mandan los cánones, Carly le susurró el nombre al oído. Pero claro, no sin antes obligarle a firmar un contrato leonino comprometiéndose a no revelar jamás el secreto. Cuando fue preguntado, Ebersol dijo que lo único que Simon le autorizaba a revelar era una pista: que la letra “E” estaba en el nombre de la persona. Será casualidad, pero al año siguiente Dick Ebersol sufrió un accidente de avión… del que afortunadamente sobrevivió.

En las entrevistas que le hicieron posteriormente a Carly Simon, cuando se le preguntó sobre a quién estaba dedicada la canción, la respuesta siguió siendo una evasiva. No obstante, llegó a afirmar que además de la “E” el nombre también contenía la letra “A. Lo cual tampoco es decir mucho. Y Jim Hart, su ex marido, indicó en 2005 que la persona no era famosa para el gran público.

En febrero de 2010, Simon reconoció a la revista “Uncut” que el nombre se susurraba al revés en una nueva grabación de la canción: “Hay un pequeño susurro y esa es la respuesta al enigma". Rápidamente se descubrió que el nombre susurrado era "David" y se especuló con que fuera David Geffen, ex jefe de Simon en la discográfica Elektra, y que la canción había sido inspirada por celos a la atención profesada a su compañera Joni Mitchell. Pero días más tarde Simon confirmó que la canción no iba sobre Geffen (de hecho, ni le conocía cuando escribió la canción), pero que había un David que estaba conectado de alguna manera a la canción.

Así que, a fecha de hoy, Carly Simon y Dick Ebersol siguen siendo los únicos que conocen el secreto.

Transcurridos más de cuarenta años debería importar muy poco quien es el mítico vanidoso… pero el caso es que sigue importando. Yo tengo una opinión personal sobre el tema, que me gustaría compartir. Creo que en realidad se trata de dos personas, la persona sobre la que realmente trata la canción (que puede ser un “David” desconocido para el gran público), y la persona que piensa que va sobre él, de la cual Carly Simon trata de vengarse en la canción mostrando sus miserias. Esta segunda persona sería con toda probabilidad Warren Beatty.

En cualquier caso, la canción es magnífica por si misma. Incluye la también enigmática frase “clouds in my coffee”, cuyo significado sí que ha sido relevado, que podría servir muy bien de título para un post… o para todo un blog.
You're so vain / you probably think this post is about you.

viernes, 15 de febrero de 2013

Skyfall

A estas alturas todo el mundo debe estar enterado de que esta tarde nos va a pasar rozando el asteroide 2012 DA14, a tan sólo 27.000 km sobre la superficie de la Tierra.

Cuando me enteré de la noticia, lo primero que pensé fue “Oye, que 27.000 km. es pasar muy lejos…”. Pero luego, pensándolo mejor, me di cuenta de que va a pasar “por debajo” de la órbita geoestacionaria de la Tierra (que se encuentra a 35.800 km. de distancia del Ecuador), donde se ubican los satélites meteorológicos (como el Meteosat) o los satélites de comunicaciones y/o televisión (como el Hispasat).

Vamos, que esta roca de unos 50 metros de diámetro se ha a enhebrar como una aguja en medio de la constelación de satélites artificiales que rodean la Tierra. ¡Guau! Y existe una posibilidad (eso sí, remotísima) de que le “endiñe” a algún satélite y de que nos quedemos sin ver por la televisión el próximo partido de UEFA Champions League.

He encontrado esta interesante animación que explica todo esto muy bien.

Yo pienso seguir el fenómeno escuchando esta preciosa canción de Adele (me encanta) que va a venir muy a cuento…

Y espero que al final Skyfall logre llevarse el Óscar a la mejor canción… y que todos lo podamos ver por televisión.