jueves, 26 de noviembre de 2009

El calentamiento global… ¿un fraude?

Me quedo “loco” al leer la noticia de que un pirata informático ha obtenido documentación de la Unidad de Investigación del Clima (CRU en inglés) que, supuestamente, revela como importantes científicos de renombre mundial y financiados por el Grupo Intergubernamental del Cambio Climático (un organismo de la ONU establecido en 1988 con el objetivo de estudiar el cambio climático y que obtuvo, junto a Al Gore, el Premio Nobel de la Paz 2007) y otras organizaciones internacionales podrían estar manipulando los datos para confirmar su hipótesis del “calentamiento global” y silenciar a los contrarios a sus teorías.

Por ejemplo, en uno de estos correos un científico aparece dispuesto a “maquillar” sus datos para que se ajusten a la teoría del calentamiento global, en otro un científico reconoce haber ocultado datos que demuestran una aparente tendencia al descenso de las temperaturas del planeta durante los últimos años (una frase aparecida en este último correo, “Hide the decline”, ha inspirado un video muy divertido que está colgado en YouTube), etc…



El caso es que la blogosfera está bastante revolucionada y algunos están apuntando a que “estos científicos forman parte de una conspiración mundial para ofrecer una visión distorsionada de los efectos de la actividad humana en el planeta y justificar así, las subvenciones que reciben y el mantenimiento de todo el entramado eco-medioambiental que han constituido y que suma miles de millones de ingresos anuales”.

Yo no llego a tanto pero creo que, si se confirma que toda esta información es veraz, se estaría haciendo un flaco favor a la Ciencia (así, con mayúsculas).

martes, 10 de noviembre de 2009

El diseñador del AK-47 cumple 90 años

Mijaíl Kaláshnikov diseñador del fusil más famoso del mundo, el AK-47, cumple hoy 90 años.

El AK-47 es actualmente el arma de fuego más utilizada del mundo (se dice que hay unos 50 millones de fusiles AK-47 en el mundo). Es capaz de disparar 600 proyectiles por minuto y alcanzar un blanco a 285 metros de distancia. Es famoso por su gran fiabilidad, ya que soporta condiciones atmosféricas muy desfavorables sin ningún incidente: es capaz de seguir disparando a pesar de ser lanzada al barro, sumergida en agua y atropellada por una camioneta.

Según cuenta Roberto Sabiano en su libro "Gomorra", Kaláshnikov está orgulloso de su invento y siempre comenta que inventó el arma para "defender a la madre patria en la época en la que lo necesitaba. Si pudiera volver atrás, volvería a hacer lo mismo y viviría de la misma forma. He trabajado toda la vida, y mi vida es mi trabajo."

Parece que Kaláshnikov no muestra el más mínimo rasgo de arrependimiento por haber diseñado el arma de fuego numéricamente más letal de la historia, según relataba Roberto Saviano en su libro.

No existe nada en el mundo, orgánico o inorgánico, objeto metálico u elemento químico, que haya causado más muertes que el AK-47. El kaláshnikov ha matado más que la bomba atómica de Hiroshima y Nagasaki, que el virus del sida, que la peste bubónica, que la malaria, que todos los atentados de los fundamentalistas islámicos, que la suma de muertos de todos los terremotos que han sacudido la corteza terrestre. Un número exorbitante de carne humana imposible de imaginar siquiera. Solo un publicista logró, en un congreso, dar una descripción convincente: aconsejaba que para hacerse una idea de los muertos producidos por la metralleta llenaran una botella de azúcar, dejando caer los granitos por un agujero en la punta del paquete; cada grano de azúcar equivale a un muerto producido por el kaláshnikov.

El AK-47 es un arma capaz de disparar en las condiciones más adversas. Es imposible que se encasquille, está lista para disparar aunque esté llena de tierra o empapada de agua, es cómoda de empuñar, tiene un gatillo tan suave que hasta un niño puede apretarlo. La fortuna, el error, la imprecisión: todos los elementos que permiten salvar la vida en los enfrentamientos parecen quedar eliminados por la certeza del AK-47, un instrumento que impide que el hado tenga papel alguno. Fácil de usar, fácil de transportar, dispara con una eficacia que permite matar sin ninguna clase de entrenamiento. «Es capaz de transformar en combatiente hasta a un mono», declaraba Kabila, el temible líder político congoleño. En los conflictos de los últimos treinta años, más de cincuenta países han utilizado el kaláshnikov como fusil de asalto de sus ejércitos. Se han producido matanzas con el kaláshnikov, según la ONU, en Argelia, Angola, Bosnia, Burundi,Camboya, Chechenia, Colombia, el Congo, Haití,Cachemira, Mozambique, Ruanda, Sierra Leona, Somalia, Sri Lanka, Sudán y Uganda. Más de cincuenta ejércitos regulares tienen el kaláshnikov, y resulta imposible hacer una estadística de los grupos irregulares, paramilitares y guerrilleros que lo utilizan.

Murieron por el fuego del kaláshnikov: Sadat, en 1981; el general Dalla Chiesa, en 1982; Ceaucescu, en 1989. En el chileno Palacio de la Moneda, Salvador Allende fue encontrado con proyectiles de kaláshnikov en el cuerpo. Y estos muertos eminentes constituyen la verdadera carta de presentación histórica de la metralleta. El AK-47 incluso ha acabado formando parte de la bandera de Mozambique y se halla también en centenares de símbolos de grupos políticos, desde al-Fatah en Palestina hasta el MRTA en Perú. Cuando aparece en vídeo en las montañas, Osama Bin Laden lo utiliza como único símbolo amenazador. Ha acompañado a todos los papeles: al del libertador, al del opresor, al del soldado del ejército regular, al del terrorista, al del secuestrador, al del guardaespaldas que escolta al presidente. Kaláshnikov ha creado un arma sumamente eficaz, capaz de mejorar con los años; un arma que ha tenido dieciocho variantes y veintidós nuevos modelos forjados a partir del proyecto inicial. Es el auténtico símbolo del liberalismo económico, su icono absoluto. Podría convertirse incluso en su emblema: no importa quién seas, no importa lo que pienses, no importa de dónde provengas, no importa qué religión tengas, no importa contra quién ni a favor de qué estés; basta con que lo que hagas, lo hagas con nuestro producto.

sábado, 7 de noviembre de 2009

¿Es posible predecir el futuro?

El otro día, mientras estaba viendo la serie “FlashForward” (emitida en España por Cuatro), me dio por pensar sobre si realmente sería posible la predicción del futuro, tal como supuestamente sucede en la serie.


Para el que no la conozca, os contaré que el argumento de la serie se basa en que el día 29 de octubre de 2009, toda la población mundial pierde el conocimiento durante 2 minutos y 17 segundos en los cuales cada persona tiene una visión de su propia vida dentro de 6 meses, concretamente del 29 de abril de 2010. En definitiva, lo contrario de un “FlashBack”.

En la serie no han dejado claro hasta el momento quien es el causante de este “fenómeno”, aunque los principales sospechosos son: Dios, los extraterrestres... y los chinos (el que requiera una explicación adicional que se vea el episodio 5 “Dime algo que sea verdad”). Pero, independientemente de quien pudiera provocar algo así, la pregunta que me asalta es: ¿sería posible predecir fielmente el futuro de 7.000 millones de personas a 6 meses vista?. Y, algo más inquietante, una vez conocido ese futuro, ¿sería posible cambiarlo o estaríamos destinados hacia él?

El “problema” se podría abordar desde un punto de vista científico o filosófico.

Si optamos por el enfoque científico, deberíamos tener en cuenta el paradigma del determinismo, que considera que a pesar de la complejidad del mundo, y su impredictibilidad práctica, el mundo físico evoluciona en el tiempo según principios o reglas totalmente predeterminadas. Es decir, que si se conocieran perfectamente todas las leyes de la naturaleza, y la situación del universo en un momento dado, se podría predecir exactamente la situación de ese universo en un momento futuro. Pero claro, las relaciones humanas, la economía, la política, etc... son sistemas caóticos (en los que una pequeña diferencia en las condiciones iniciales puede provocar grandes diferencias en el resultado final) y un pequeño error en la determinación de las condiciones iniciales podría provocar un gran error en la predicción final. Bueno, supongamos que los extraterrestres (o los chinos), además de haber descubierto la “Teoría de la Gran Unificación”, han desarrollado una tecnología capaz de conocer todos los parámetros del Universo (incluyendo los pensamientos humanos) en un momento dato... aún así tendríamos que tener en cuenta el “Principio de incertidumbre” que establece que nada puede medirse con una precisión absoluta, sino tan solo de un modo aproximado. Todo esto nos lleva a que físicamente no sería posible conocer el futuro con una precisión absoluta, sino tan solo de un modo aproximado.

Por otro lado, si seguimos el enfoque filosófico, entraría en juego el concepto de “Libre albedrío”. Por ejemplo, si una persona conoce que ese día va a ser atropellado por un coche, bastaría con que decidiera no salir de casa para vencer a su destino. Pero claro, puede resultar que el Universo conspire contra esa persona y le obligue a salir de casa... para que de ese modo se cumpliera el futuro previsto, como un destino inevitable. Pero, ¿nuestros actos están determinados por el destino o tenemos el poder de elegir y tomar nuestras propias decisiones? El sentido común, nos dice que en este tipo de situaciones podemos elegir libremente, aunque tal vez nos engañamos y las decisiones tomadas por una persona se hacen en un plano inconsciente (determinístico) y posteriormente pasan al plano consciente, dando la sensación de que han sido tomadas voluntariamente. No sé, tal vez me engañe, pero yo creo en la existencia del libre albedrío y en que tomo mis propias decisiones.

Claro, que si alguien me predijera un futuro “negativo”, con 6 meses de antelación, seguramente me tomaría la libertad de no dejarme influir por esa predicción y seguiría actuando del mismo modo (lo que, paradójicamente, podría conducir a que la predicción se auto cumpliese... vaya, esto es muy interesante). Todo esto me recuerda mucho al diálogo entre el Arquitecto y Neo de la película “Matrix Reloaded”:

Arquitecto: Hay dos puertas, la de la derecha te lleva a la fuente y a la salvación de Zion. La de la izquierda te lleva a Matrix, a Trinity, y a la extinción de tu especie. Como bien has dicho, el problema es la elección. Pero ambos ya sabemos que vas a hacer, ¿verdad? Puedo notar ese proceso en cadena, esas reacciones químicas que provocan la aparición de una emoción diseñada específicamente para escapar a toda lógica. Una emoción que ya te está impidiendo ver la verdad más obvia y sencilla. Esa chica va a morir y tú no podrás hacer nada para impedirlo.

(Neo se va a la puerta de la izquierda, la que le lleva a Matrix, para intentar salvar a Trinity).

En resumen, que aunque obviamente la serie “FlashForward” es pura ficción y no hay que tomársela muy en serio, la premisa de que “es posible predecir el futuro de la humanidad” es manifiestamente falsa.

Y que el Destino no existe... ¿o tal vez sí?

martes, 3 de noviembre de 2009

Napoleón y el cambio climático

El 11 de abril de 1815 el volcán Tambora), situado en la isla de Sumbawa (Indonesia), estalló con una violencia excepcional (grado 7 en el Índice de Explosividad Volcánica). La explosión destruyó la mitad superior del volcán, que tenía 4.330 metros altura y quedó reducido a sólo 2.850 metros. El ruido de la explosión se escuchó a más de 4.800 km. de distancia. La nube de cenizas emitidas se expandió a más de 600 km. de distancia y la nube generada en 24 horas bastó para que cubriera el Sol durante 2 días completos. La lluvia de cenizas cubrió las zonas cercanas del volcán en un área de 500.000 km² con un espesor de 3 m. de cenizas, e incluso llegó a Europa (a más de 12.000 km. de distancia) dejando un espesor de 1 cm. Las puestas de Sol se volvieron brillantes, muy coloreadas y prolongadas.

Todo ello provocó un cambio climático a escala planetaria, que se prolongó hasta el año 1816 (“el año sin verano”).

El caso es que para el 18 de junio de 1815, el día en que tuvo lugar la Batalla de Waterloo, la temperatura media había descendido en Bélgica 2 ó 3 grados y las precipitaciones habían aumentado considerablemente. Tanto había llovido, que los campos de Waterloo estaban encharcados y Napoleón se vio obligado a retrasar el ataque al ejército británico, previsto para el amanecer, hasta el mediodía para que diera tiempo a que el suelo se secara.

Desgraciadamente para Napoleón este retraso permitió que, al principio de la tarde, llegaran al campo de batalla 45.000 hombres del ejército prusiano que castigaron duramente el ala derecha del ejército francés, impidiendo un ataque frontal contra el entonces expuesto centro del ejército británico. El propio Duque de Wellington reconoció más tarde que la victoria en Waterloo fue “la victoria más traída por los pelos que he visto en toda mi vida”.

En definitiva, que se podría decir que el cambio climático, provocado por una erupción volcánica, derrotó a Napoleón Bonaparte... y cambió el curso de la Historia.