domingo, 5 de junio de 2011

La sexta victoria en Roland Garros

Hoy tendría que escribir sobre la sexta victoria de Rafa Nadal en Roland Garros, una victoria que le permite igualar el récord de Björn Borg.


Pero, como yo siempre voy contracorriente, me permitiré el lujo de escribir sobre la sexta victoria en Roland Garros… pero de otra grande, Steffi Graf.

Aunque tal vez debería definirla como “la más grande”, porque Steffi ganó 22 torneos del Grand Slam en su carrera, entre ellos todos los del año 1988 (y de paso la medalla de oro olímpica). Y lo habría repetido en el año 1989 si no fuera por una tenista jovencita que no daba una bola por perdida. Por cierto, esa tenista era española, se llamaba Arantxa y se apellidaba Sánchez Vicario. Pero esa es otra historia…

El caso es que corría el año 1999, Steffi volvía de una lesión y se encontraba en la fase final de su carrera. Steffi logró llegar a la final del campeonato francés ante la nueva estrella del tenis, una suiza llamada Martina Hingis.

Martina ganó la primera manga por 6-4 y dominaba 2-0 la segunda cuando comenzó a protestar ostensiblemente una pelota que le dieron por mala (que, por cierto, se había ido claramente fuera), cruzó al otro lado de la pista (algo insólito) y montó el numerito amenazando con abandonar el partido. Steffi asistió atónita al “espectáculo”.



La tenista suiza solo accedió a continuar el partido cuando bajó la directora del torneo para convencerla. El partido continuó y se llegó al 5-4 con servicio de Martina para ganar el partido (y el campeonato). Increíblemente, Martina perdió su servicio, y los dos juegos siguientes, con lo que tuvieron que jugar un tercer set.



Y en el tercero, con 5-2 en su contra, a Martina se le fue definitivamente “la pinza”. Con un match ball en contra, sacó a la remanguillé (no se me ocurre otra definición) y, aunque ganó milagrosamente el punto, se ganó un merecido abucheo del público francés que lo entendió como una desconsideración a su rival.

No contenta con eso, a continuación volvió a repetir la jugada con otro match ball en contra y se puso a discutir otra vez con la juez de silla... hasta que Steffi no aguantó más. Se acercó al centro de la pista y dijo en voz alta, para que todo el mundo la oyera, las siguientes palabras que desde entonces forman parte de la historia del tenis:
“¿Hemos venido a charlar o a jugar al tenis? Ok, pues entonces juguemos al tenis.”
El público se puso a corear “Steffi, Steffi” y a abuchear de nuevo a Martina Hingis que tuvo que volver humillada al fondo de la pista.



Martina finalmente perdió el partido.

Terminó llorando entre los brazos de su madre como lo que era… una niña malcriada.

miércoles, 1 de junio de 2011

Barcelona World Race

Esta tarde a las 17:56 he completado el recorrido de la Barcelona World Race, participando como skipper virtual en las mismas condiciones que los participantes reales de la regata, tras haber navegado 28.397 millas en un tiempo neto de 95 días 19 horas 20 minutos y 12 segundos.

Al final me he quedado a poco más de un día del tiempo del ganador de la carrera (que después de más de 28.000 millas es muy poco). De todos modos, aunque hubiera tardado menos no sería el ganador de la prueba porque, según el reglamento, el ganador es el primero en llegar a Barcelona y no el que menos tarde en hacerlo. Y yo salí con casi dos meses de retraso…

Ahora… a buscar otro reto.

sábado, 28 de mayo de 2011

La vuelta al mundo en 91 días

Bueno, … en 91 días, 4 horas y 49 minutos.

Tras recorrer 27.750,3 millas, esta noche he completado mi particular vuelta al mundo virtual en velero tras cruzar de nuevo el estrecho de Gibraltar.

Ahora sólo me quedan unas 500 millas hasta llegar a Barcelona y dar por terminada esta edición de la Barcelona World Race. Tengo de plazo hasta el día 3 de junio a las 12 horas…me sobra tiempo.

Esta singladura ha sido muy dura, pero muy divertida. Y, aunque he hecho un tiempo menor que el ganador virtual, no he ganado ningún premio. Estuve cerca de ganar la etapa Cabo de Buena EsperanzaEstrecho de Cook, pero Eolo lo impidió a última hora.

Ahora sólo me hace falta repetir la experiencia en real, sufriendo las inclemencias del tiempo en lugar de estar cómodamente sentado en el sofá de mi casa con el portátil…

lunes, 23 de mayo de 2011

Clases de pronunciación en islandés

Ahora le ha tocado al Grimsvötn.


Después de que, el año pasado, el volcán Eyjafjallajokull provocara el caos en el espacio aéreo europeo, ahora ha sido el volcán Grimsvötn, el más activo de Islandia, el que ha entrado en erupción, ha empezado a arrojar cenizas a la atmósfera y amenaza con interrumpir de nuevo el tráfico aéreo en Europa.

El caso es que los periodistas siguen siendo unos gallinas, no se atreven a pronunciar el nombre del volcán y se empeñan en hablar genéricamente del “volcán islandés”.

Con lo fácil que es pronunciar Grimsvötn

Bueno, es mucho más fácil que pronunciar Eyjafjallajokull, ¿no?
:-D

miércoles, 27 de abril de 2011

Cabo de Hornos

Esta noche he doblado el cabo de Hornos.

Vale, que ha sido virtualmente, pero me ha hecho la misma ilusión que si estuviera de verdad en cubierta. Si no de que me voy a levantar a las 4 de la madrugada para encender el ordenador y ver a mi barquito doblar el mítico cabo. Y bueno, ya que estaba levantado, he aprovechado para acercarme lo más posible a la rocosa costa del cabo, dura como el diamante, para recorrer menos millas.

Sinceramente, estaba esperando este momento desde hace dos meses, cuando empecé a dar la vuelta al mundo virtual en velero con la Barcelona World Race. Porque el cabo de Hornos es el sanctum sanctorum de la navegación oceánica a vela. Es el equivalente a ascender el Everest para un alpinista. En definitiva, el mayor reto para todos los navegantes del mundo.

Y es que el cabo de Hornos se ha cobrado una enorme cantidad víctimas a lo largo de la historia. Las desapariciones de barcos eran habituales en el pasado. Sólo entre 1850 y 1900 más de un centenar naufragaron en las inmediaciones del cabo, algunos estrellados contra rocas o hielos flotantes y otros por no poder soportar la fuerza de los vientos. Los marineros y piratas de la época adoptaron la costumbre de ponerse un pendiente en forma de aro en la oreja que simbolizaba haber sobrevivido al paso del peligroso cabo.

Y por lo que he leído, según marca la tradición, además del pendiente también tengo derecho a mear a barlovento y a permanecer sentado en presencia del rey.

Estoy pensando... ¿se podrán hacer ambas cosas a la vez?
:-D

martes, 19 de abril de 2011

Isla Howland

La isla Howland es un atolón coralino ubicado en el medio del océano Pacífico, justo sobre la línea del Ecuador, a mitad de camino entre Australia y Hawái.


La isla está deshabitada, carece de agua y no tiene actividad económica. No posee puerto, ni muelle, está rodeada de arrecifes y su único recurso natural son los depósitos de guano.



El hecho de que la única riqueza de la isla sean los excrementos de pájaro creo que lo dice todo.

La isla Howland ocupa, sin duda, el primer puesto en la lista de lugares-en-el-quinto-pino, y no aparecería en los mapas si no fuera por la célebre aviadora estadounidense Amelia Earhart.



Amelia Earhart fue la primera mujer en cruzar en avión el océano Atlántico (acompañada por un piloto y un mecánico), la primera mujer en cruzarlo en solitario y la primera persona en hacerlo dos veces.

En 1937, se dispuso a realizar un viaje alrededor del mundo siguiendo la línea del Ecuador (es decir, por la ruta más larga posible). Partiendo de Los Ángeles, llegó a Miami y a San Juan de Puerto Rico. Atravesó el Atlántico, cruzó África y llegó a Karachi (India). De allí continuó a Calcuta (India), Rangoon (Birmania), Bangkok (Tailandia), Bandoeng (Indonesia), Singapur, Darwin (Australia) y Lae (Nueva Guinea). A partir de ese punto la ruta se volvió más complicada. Necesitaba una isla a medio camino entre Nueva Guinea y Hawái… a ser posible que contase con una pista de aterrizaje.

Los Estados Unidos habían construido para ella una pista de aterrizaje en la isla Howland (la isla es territorio estadounidense). Incluso desplazaron allí al buque guardacostas Itasca para orientar a Amelia y a su navegante en la aproximación final a Howland.

Y es que Amelia Earhart volaba acompañada de Frederick Noonan, un navegante experimentado en los vuelos sobre el océano Pacífico, que tenía la difícil misión de encontrar una isla de 1,6 km2 completamente llana, en medio del mayor océano del planeta, mediante navegación astronómica (obviamente, no existía aún el GPS).

Si tenéis curiosidad por conocer el resultado de este épico viaje de Amelia Earhart, podéis hacerlo en la película “Amelia”, protagonizada por Hilary Swank y Richard Gere.

Mientras escribo todo esto, mi barco se encuentra también en medio del océano Pacífico, aunque mucho más al sur. Continúo navegando virtualmente rumbo al cabo de Hornos, en la zona denominada como los 50 aullantes.

Aunque hay veces que el viento es tan suave que más bien parecen los 50 maullantes…

miércoles, 13 de abril de 2011

Estrecho de Cook

James Cook fue un marino, explorador y cartógrafo británico, que realizó tres viajes por el océano Pacífico, descubriendo y cartografiando costas e islas en aquella zona del mundo.


En su primer viaje, después de cartografiar Nueva Zelanda (descubriendo el estrecho de Cook), se dirigió a la costa este de Australia, hasta entonces desconocida para los europeos.

Allí descubrió la gran barrera de coral. Mejor dicho: embarrancó en la gran barrera de coral. Así que se vio obligado a llevar el barco a la costa para repararlo, y los expedicionarios aprovecharon la estancia forzosa en tierra para explorar la flora y la fauna australianas. Tuvieron contacto con los aborígenes australianos y les preguntaron por el nombre de un curioso animal, muy abundante por aquellas tierras, que se desplazaba dando grandes saltos sobre sus poderosas patas traseras. Los aborígenes les contestaron “gangaroo”, que los expedicionarios ingleses interpretaron como “kangaroo” (“canguro” en español) por lo que le dieron dicho nombre al animal. Lo que ignoraban los ingleses era que el autentico significado de “gangaroo” era, literalmente, “no le entiendo”.
:-D


En estos momentos estoy emulando virtualmente al comandante Cook, cruzando el estrecho que lleva su nombre. Según la wikipedia “el estrecho de Cook debido a sus corrientes y al clima frecuentemente tormentoso,… está clasificado entre las aguas más peligrosas del mundo.” Pero el caso es que mucho clima tormentoso y demás, pero llevo tres días ciñendo como un ca…, como un capitán, para poder pasar por el dichoso estrecho con vientos suaves de 8-10 nudos (y en algunas zonas de menos de 2 nudos).

Pero ya está hecho, a las 00:31 he pasado el estrecho navegando a 7 nudos, y ahora se abre ante mí la inmensidad del océano Pacífico Sur.


Próxima parada: Cabo de Hornos.

domingo, 10 de abril de 2011

Nueva Zelanda

El país de los maoríes, de los All Blacks, de Edmund Hillary y el lugar donde se rodó la trilogía de “El Señor de los Anillos”. Y, por supuesto, el país de los kiwis, de los kiwis y de los kiwis.
;-)


El primer europeo en llegar a Nueva Zelanda fue el explorador holandés Abel Tasman, en 1642. Aunque debido a que los maoríes resultaron ser muy poco amistosos, mataron a cuatro tripulantes, ningún otro explorador se atrevió a desembarcar allí durante más de un siglo.

Fue el gran explorador inglés James Cook el que exploró y cartografió estas islas, en 1769, descubriendo el estrecho de Cook, al que dió nombre, que separa la isla Norte de la isla Sur.

Así que aquí estoy, navegando virtualmente con vientos suaves, remontando la isla Sur de Nueva Zelanda camino del citado estrecho. Aún me faltan más de 350 millas.

Ya será imposible para mí vencer en la tercera etapa de esta Barcelona World Race, pero por lo menos tengo la ilusión de llegar al estrecho para ver tierra firme de cerca, por primera vez desde el estrecho de Gibraltar. He pasado cerca de las islas Canarias, de Cabo Verde, de las islas Kerguelen y, anoche, de la isla Stewart. Pero siempre ha sido durante la noche española, con el piloto automático puesto, por lo que no he tenido oportunidad de ver tierra.

De momento estoy lejos de la costa, así que me tendré que conformar con ver a otros barcos en la distancia…


jueves, 7 de abril de 2011

Océano Pacífico

Cuando Fernando de Magallanes, en su viaje alrededor del mundo, cruzó el entonces denominado mar del sur, lo rebautizó como océano Pacífico al no encontrar ninguna tormenta durante su travesía.


Es curioso porque es en este océano donde se forman el mayor número de ciclones tropicales y algunos de los más destructivos. El último ejemplo el ciclón Yasi.

Uno de mis viajes soñados (es que tengo muchos viajes soñados) es visitar Nueva Zelanda. Y ahora tengo la oportunidad de hacerlo virtualmente gracias al juego de la Barcelona World Race. Pero es que incluso podría… hacerlo realmente.

Resulta que el barco que invierta menos tiempo en recorrer virtualmente la etapa Cabo de Buena EsperanzaEstrecho de Cook, ganará un viaje a Nueva Zelanda. Pues bien, el record actual está en en manos del “Normandie yacht” con 18 días 15:12:42.

Hace 15 días y 13 horas que doblé el cabo Buena Esperanza (el 23 de marzo, a las 4:41 Hora Peninsular Española). O sea, que me quedan 3 días y 2 de horas (mejor dicho, una hora más por el cambio al horario de verano) para hacer 1.106 millas. La hora límite de llegada al estrecho de Cook sería el 10 de abril a las 20:53. Tendría que hacer casi 15 nudos de velocidad media… pero en las últimas horas he estado navegando a 14,78 nudos de media. Sería posible, pero va a estar muy justo.

Pero, claro, acabo de pasar el meridiano del cabo Sureste en Tasmania y al internarme oficialmente en el oceáno Pacífico… me he encontrado con una zona de calmas.

Maldito Magallanes…

lunes, 4 de abril de 2011

Cabo Leeuwin

El cabo Leeuwin se encuentra ubicado en el extremo suroccidental de Australia y es, según los australianos, el punto en el que se unen el océano Índico y el océano Glaciar Antártico, aunque para el resto del mundo el océano Índico se extienda hasta el extremo meridional de la isla de Tasmania. El primer barco europeo que visitó el cabo fue un buque holandés llamado Leeuwin ("Leona" en neerlandés), que cartografió las costas cercanas en 1622, aunque el cabo en sí mismo no puede ser reconocido en estas cartas. Posteriores expediciones sí que cartografiaron el cabo y le dieron el nombre del buque holandés que lo "descubrió".

El cabo Leeuwin es uno de los tres grandes cabos que hay que doblar para circunnavegar la Tierra, junto al cabo de Buena Esperanza y el cabo de Hornos.

En la actualidad, en una típica competición de vela alrededor del mundo, los participantes parten de un puerto europeo, navegan hacia el sur del océano Atlántico y a continuación doblan sucesivamente por los cabos de Buena Esperanza, Leewin y Hornos para volver de nuevo al océano Atlántico, navegando hacia el este. Aunque, curiosamente, la primera circunnavegación de la Tierra, realizada por el español Juan Sebastián Elcano, fue hecha navegando hacia el oeste, por el estrecho de Magallanes, las islas Molucas y el cabo de Buena Esperanza.

Esta mañana, a las 12:20:36, el barco francés Virbac-Paprec 3 ha cruzado la línea de llegada de la Barcelona World Race completando la vuelta al mundo a dúo sin escalas en un tiempo total de 93 días 22 horas, 20 minutos y 36 segundos.

Mientras tanto, yo estoy casi en las antípodas, habiendo doblado virtualmente el cabo Leeuwin anoche a las 22:49.

Pero ¡ojo!... que les había dado a los franceses más 56 días de ventaja.

jueves, 31 de marzo de 2011

Islas de la Desolación

Las islas Kerguelen se encuentran ubicadas en el sur del océano Indico, a medio camino entre Sudáfrica y Australia (siguiendo la ruta ortodrómica), y a sólo 2.000 kilómetros al norte de la Antártida.


Fueron descubiertas en 1772 por el francés Yves Joseph de Kerguelen de Trémarec, y todavía hoy pertenecen a Francia como parte de los Territorios Australes Franceses.

Constan de una isla principal (Grande Terre) y de más de 300 islas e islotes, que se hallan en torno al paralelo 50º Sur en la zona denominada “Los cincuenta furiosos”, por los fuertes vientos del oeste que habitualmente soplan en esas latitudes y que pueden llegar a alcanzar los 200 km./h. Debido a las extremas condiciones de viento, frío y humedad, en las Kerguelen no hay ni árboles, ni arbustos, y la única fauna se reduce a focas y pingüinos. Salvo por algunos científicos, que pasan el verano austral en la base Port-aux-Français, están deshabitadas.

Con semejante descripción, no sería de extrañar que hubiera un cartel en la isla principal indicando “aquí no pasó nada en 1940”. Pero no, el caso es que sí pasó “algo”. En diciembre de 1940 recaló en las islas Kerguelen el buque corsario alemán Atlantis (mucho menos conocido que otro célebre corsario de los mares del sur, el Graf_Spee) para pasar las navidades. Durante unas labores rutinarias de mantenimiento, se produjo la primera baja del buque en tiempo de guerra, cuando un marinero se cayó mientras estaba pintando la chimenea. El marinero, Bernhard Herrmann, está enterrado allí en la que se denomina "la tumba alemana más al sur de la Segunda Guerra Mundial"… y este es el gran hito en la historia de las islas Kerguelen.

En definitiva, que en la lista de lugares-en-el-quinto-pino Kerguelen ocupa uno de los primeros puestos. No es de extrañar que cuando James Cook estuvo por allí, en 1776, llamará a estas tierras las «islas de la Desolación».

Esta noche he dejado atrás virtualmente las islas Kerguelen, corriendo el temporal (vientos más de 45 nudos) con tormentín y cuatro rizos en la mayor.

Próxima estación: El cabo Leeuwin en Australia.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Cabo de Buena Esperanza

Bartolomé Díaz fue un marino portugués que participó en el descubrimiento de la ruta marítima a la India.


En la segunda mitad del s. XV los turcos dominaban el mediterráneo y dificultaban la ruta comercial tradicional, así que el rey Juan II de Portugal intentó establecer una ruta marítima bordeando el continente africano, con el objetivo de dominar el comercio de las especias y del oro. En la corte del rey Juan II había un marino que tenía un proyecto para llegar a la India navegando por el océano Atlántico hacia el Oeste. El rey estudió este proyecto pero finalmente lo desechó, con lo que el marino tuvo que viajar a Castilla para ofrecer su proyecto a los Reyes Católicos. El nombre de este marino era Cristóbal Colón, pero esa es otra historia…

En el año 1487, el rey Juan II, organizó una expedición de tres barcos para bordear África por el sur, poniendo al mando de la misma a Bartolomé Díaz. La expedición recorrió la costa occidental de África hasta la actual Namibia y, posteriormente, una violenta tormenta les alejó de la costa llevándolos al sur… pasándose de largo. Más tarde, cuando pudieron retomar el rumbo, comprobaron que ya habían alcanzado el extremo sur del continente africano. Fue en el viaje de retorno cuando doblaron un destacado cabo. Dado que se encontraba en el lugar donde les sorprendió la tormenta, Bartolomé lo denominó “Cabo de las Tormentas”.

Cuando regresaron a Lisboa el rey Juan II, que seguramente había estudiado marketing, rebautizó el Cabo de las Tormentas como Cabo de Buena Esperanza, por ser el lugar que abría la ruta hacia la India.


Irónicamente, Bartolomé Díaz encontró la muerte años más tardes en una tormenta frente a las costas del Cabo de Buena Esperanza… que él había denominado sabiamente el Cabo de las Tormentas.

Por cierto, acabo de doblar virtualmente el Cabo de Buena Esperanza… en medio de un temporal.

domingo, 13 de marzo de 2011

El barco

Tengo que confesar que últimamente estoy enganchado a la serie “El barco”.


A ver. La serie, en si misma, es bastante mala. Los actores son pésimos, en particular Juanjo Artero (Javi, el de “Verano Azul”). El guion es de telenovela barata, el resumen de cada episodio se puede hacer en dos líneas. Y por último, aunque no por eso menos importante, parece que la serie esté patrocinada por una granja avícola, porque no hacen otra cosa que enseñar pechugas y muslos (bueno, ahora que lo pienso, eso no está tan mal). Pero el caso es que el argumento es curioso y toca algunos temas interesantes… aunque sólo sea superficialmente.

Para el que no conozca la serie la resumiré un poco. La acción se sitúa en un escenario apocalíptico. Toda la tierra firme ha desaparecido sumida en una especie de agujero negro (matando a toda la población), sólo persisten los océanos pero todos los barcos se han hundido debido a un tsunami… excepto uno, el velero “Estrella Polar”. Se trata de un buque escuela, gobernado por su capitán, su segundo y su tripulación, en el que viajan, de “pasajeros”, dos profesores y unos veinte chicos y chicas veinteañeros… ah, y las dos hijas del capitán. En total 42 personas, que son la última esperanza de la humanidad.

Cuando se desencadena la catástrofe, todo el mundo a bordo es consciente de que pueden ser los únicos supervivientes del mundo. Es para sobrecogerse, ¿no? Bueno, pues en lugar de eso, salvo algunos momentos de estrés y susto, los protagonistas se pasan el día pensando que si me gusta fulanita, o que si le gusto a menganita.

En mi opinión, habría material para tratar temas más profundos como, la relación entre el poder militar y el civil (el capitán y el “alcalde” electo), los conflictos iglesia-estado (porque han metido en el barco, que casualidad, a un cura), el racionamiento, la supervivencia de la humanidad, la responsabilidad de ser depositarios de la ciencia y la cultura, etc…

Pero desgraciadamente tratan los temas con demasiada frivolidad. Un ejemplo. Un oficial se enemista con el cura, le roba la Biblia (probablemente, el último ejemplar que queda en la Tierra) y amenaza con tirarla al mar. Y el cura le roba los puros al oficial (probablemente también los últimos del mundo) y le amenaza igualmente con arrojarlos al mar. Hombre, un poco más de trascendencia. No se puede frivolizar con el último ejemplar de un libro (aunque sea la Biblia). Se supone que los supervivientes del barco deberían velar por los últimos restos de la cultura, ser una especie de monjes en la Edad Media, atesorando los tesoros de la humanidad.

Es una pena. Deberían haberse inspirado más en la maravillosa serie de ciencia-ficción “Battlestar Galactica”, todo un ejemplo de serie de calidad, en la que se narra una situación semejante y se tratan todos estos temas con mucha más intensidad. En esta serie norteamericana se cuestionan las libertades individuales, ante la existencia de un bien superior como la supervivencia de la humanidad. Por ejemplo: se instaura una ley marcial, se prohíbe el aborto o se permite la tortura de los prisioneros enemigos (los cylons) cuyo objetivo era la exterminación completa de la humanidad. Temas muy delicados, pero muy bien llevados y tratados. Pero claro, esto no es América y tampoco le podemos pedir peras a… Antena 3.

El caso es que, no tiene nada que ver con todo esto, pero llevo unos días dando la vuelta al mundo en un velero.

Sí, la vuelta al mundo el velero. A ver.... me explico. Hay una web que te permite seguir la Barcelona World Race, la vuelta al mundo a dúo sin escalas,… y participar en la regata con un barco virtual por medio de un juego online. Yo me apunté hace un par de semanas, y ya estoy a punto de llegar al Cabo de Buena Esperanza.

Y en el juego puedes personalizar el barco, y ponerle el nombre que quieras. ¿Adivináis que nombre le he puesto al barco?

viernes, 25 de febrero de 2011

martes, 15 de febrero de 2011

sábado, 12 de febrero de 2011

Un gol de cine

Impresionante el gol que le ha metido hoy Wayne Rooney al Manchester City. Una espectacular chilena desde el punto de penalti, que encima coloca en la mismísima escuadra, que le sirvió al Manchester United para ganar el derbi.


Me ha recordado mucho a un gol “de cine” que metió Pelé en la película “Evasión o Victoria”,


Un gol antológico y una escena extraordinaria. Aunque, en mi opinión, la escena más emocionante de la película no es precisamente esa, sino la que viene justo a continuación, cuando los asistentes al campo se ponen a gritar “Victoire” (“Victoria” en francés) y a cantar “La Marsellesa”. Sublime. Hasta te dan ganas de ponerte a cantar en francés… aunque no sepas francés.

Pero ocurre una cosa. Esa escena no es original. En realidad es un homenaje a otra escena de la película “Casablanca”, que es sin duda la escena más emocionante de la historia del cine.

Mientras los soldados nazis están cantando una canción patriótica alemana en el "Café de Rick", Victor Lazslo le pide a la orquesta que toque “La Marsellesa” y toda la gente en el café empieza a cantarla, enmudeciendo a los nazis. Muy emotivo. Y no sé qué plano de la secuencia me gusta más: si el de Yvonne cantando que “los feroces soldados vienen a degollar a nuestros hijos y a nuestras mujeres”, el de Victor Laszlo “llamando a los ciudadanos a las armas” o la mirada de Ilsa Lund (Ingrid Bergman) a Victor Laszlo (¡Dios, qué mirada!). Lo bueno es que esos tres planos van casi seguidos.


Pero volviendo a “Evasión o Victoria”. Resulta que la película se grabó en el Estadio Olímpico de Colombes. Casualmente, tengo un primo que vive en Colombes... justo al lado de ese estadio. Y cuando se rodó la película, hace 30 años, mi primo (que entonces era un niño)... asistió como extra al rodaje de la película.

Todavía recuerdo como me lo contó todo un verano, hace muchos años. Me comentó que la escena del gol de Pelé la tuvieron que repetir muchas veces porque al director, John Houston, ninguna de las tomas le terminaba de parecer perfecta. Pero me dijo que la escena de la Marsellesa salió a la primera… y sin necesidad de ensayar.

domingo, 16 de enero de 2011

Control remoto

Hace años que oí hablar de la domótica.

En ese futuro que se imaginaba entonces, y que parece no termina de llegar nunca, aparecían casas completamente automatizadas. Podías encender la calefacción o el horno desde el trabajo, para que cuando llegaras a casa estuvieras calentito o con la cena hecha. Ese tipo de cosas. Pero, aunque es cierto que ya hay casas con ese tipo de sistemas, dista mucho de ser algo generalizado.

El caso es que tengo un amigo que tiene un problema con la calefacción en su segunda residencia. Cuando va, los fines de semana, la casa está tan fría que tarda casi un día en calentarse. Si pudiera encender la calefacción 12 horas antes de llegar... sería fantástico.

Hay un sistema en el mercado que permite hacer esto, por medio de una tarjeta SIM. Cuesta unos 200 euros. Con el simple envío de un SMS puedes activar o desactivar un relé... que puede estar conectado a cualquier dispositivo eléctrico. Mi amigo está pensando en comprárselo pero, ya puestos, le gustaría también controlar otras cosas, como el riego, para lo que necesitaría un sistema superior… y más caro.

Espero que no se “envicie” demasiado y que no termine como los protagonistas de este episodio de “The Big Bang Theory”.


Estos chicos son muy graciosos, pero tremendamente frikis

sábado, 8 de enero de 2011

Come, reza, ama… y viaja

El otro día encontré rambutanes a la venta en el centro comercial al que voy habitualmente.


Ya conocía esta fruta, originaria del sudeste asiático, pero me sorprendió encontrarla allí. Hasta me dieron ganas de comprar algunos, a 18 euros/kilo. Pero, dado que aquel día vi por allí incluso a una niña “disfrazada” de pastorcilla, lo atribuí a una extravagancia, una más de las que se dan por estas fiestas recientemente pasadas.

No obstante, me quedé pensando porqué les habría dado por ofrecer, además en cabecera de línea, esta exótica fruta que yo nunca antes había visto a la venta en España. Lo entendí dos días más tarde. Cuando vi la película “Come, reza, ama”.

En esa película se hace mención al rambután, indicando que es una de las frutas más deliciosas (es como si una naranja le hubiera hecho el amor a una ciruela), lo cual no deja de ser cierto. Por otro lado, aunque también se mencionan en la película, en el centro comercial no les dio por poner a la venta durianes (o como se escriba). Afortunadamente. Porque apestan (huelen a pies sucios).

El caso es que la película se deja ver. Un poco lenta, pero recomendable. Aunque, sé que lo que voy a escribir puede sonar políticamente incorrecto, es claramente una película para tías.

Sí, es que hay películas para tíos y para tías. Ya lo decían en “Algo para recordar” (por cierto, otra película para tías): hay películas para tíos, como “El Padrino”, y películas para tías, cómo “Tú y yo”. Eso no quiere decir que "Come, reza, ama" sea una película que sólo le guste a las tías. No, no es eso. Pero sí que, en general, gustará más a las tías que a los tíos.

Bueno, mientras calculo cuan profunda es la fosa que acabo de cavar (para convertirla en mi propia tumba), os seguiré contando que me sentí muy identificado con los personajes de Elisabeth y Felipe (protagonizados por Julia Roberts y Javier Bardem) cuando se ponen a presumir sobre el número de países que han visitado (46 y 49, respectivamente). Yo también lo hago, a veces, aunque sólo tenga 33 sellos en mi pasaporte.

Como resumen, diré que "Come, reza, ama" es una película que además de tratar de la búsqueda de identidad, de espiritualidad, de saber vivir, etc… trata de viajes. Sobre todo interiores.

Y, me ha pasado algo curioso. Desde que vi la película, no dejo de oír hablar de ella. En la televisión, en la calle, etc… parece que todo el mundo habla de la película… o del libro. Que esa es otra. Porque resulta que la película está basada en una novela que, por cierto, es autobiográfica. Vamos, que la Elisabeth de la película no es otra que Elizabeth Gilbert. Y es cierto que recorrió medio mundo para encontrar su “palabra”.

Yo también llevo unos días buscando mi palabra… pero no la encuentro.

No sé, quizás sea “ineffabile”.

miércoles, 5 de enero de 2011

La torta saturnal

El roscón de Reyes es un dulce de forma anular, adornado con fruta escarchada, que se suele tomar el día 6 de enero, día de Reyes, acompañado de una taza de chocolate.



Vale, eso lo sabe todo el mundo. Pero seguro que no es tan conocido por el gran público que el roscón de Reyes no tiene nada que ver con los Reyes Magos (que, por otro lado, no eran ni reyes, ni magos, aunque esa es otra historia…).

Como muchas otras cosas, tiene un origen romano. Más concretamente en las fiestas saturnales romanas. Durante estas fiestas, que se celebraban “casualmente” a finales de diciembre y principios de enero, los romanos más acaudalados distribuían entre los pobres y esclavos una torta plana hecha de higos, dátiles y miel. Existía, además, la costumbre de esconder un haba (símbolo de prosperidad) en su interior, de modo que aquel que la encontrara fuera entronizado como “rey” durante un día. Esta tradición se ha mantenido en España, aunque aquí el que encuentra el haba resulta ser un “pardillo”, ya que le toca pagar el roscón. Por si no lo sabíais, éste es el origen de la expresión “tonto l’haba”.

Bueno, sólo me queda desearos que mañana degusteis una deliciosa... torta saturnal.

martes, 4 de enero de 2011

Perder el Norte

En los tiempos heroicos de la navegación oceánica, los marinos europeos se guiaban gracias a la Estrella Polar.

Por un lado, ésta les indicaba la dirección al Norte y, gracias al ángulo que formaba con el horizonte, la latitud a la que se encontraban. El cálculo de la longitud era otra historia. Se estimaba a partir de la velocidad y dirección de la nave, lo que provocaba muchos errores. No fue hasta el siglo XVIII, con la aparición de los relojes de precisión, que empezó a calcularse la longitud de forma fiable. Pero esa es otra historia…

Pero si nuestros marinos viajaban hacia el sur, al cruzar el Ecuador la Estrella Polar desaparecía por debajo del horizonte. Aún contaban con la brújula para saber qué rumbo seguían, pero perdían la capacidad de conocer dónde se encontraban. Habían perdido el Norte.

Ese es el origen de la conocida expresión que viene a significar: desorientarse, perder la razón, comportarse de forma desordenada y errática.

Creo que, en estas fechas de consumismo desaforado, todos perdemos un poquito el norte. Basta con pasarse estos días por un centro comercial para comprobar cómo se consume nada más que porque “toca” consumir.

En fin, menos mal que quedan pocos días para que termine toda esta locura…