martes, 22 de diciembre de 2009

Oxitocina, la hormona del amor

El domingo por la tarde estuvimos celebrando el cumpleaños de mi amigo Pedro, en su casa.

Tal vez sería porque acaban de echar “Love Actually” en La Primera (por cierto, deliciosa película), y que como reza el leitmotiv de la película “el amor, en realidad, esta en todas partes”, pero el caso es que empezamos a discutir acerca… de la naturaleza del amor.

En un extremo de la mesa se encontraba el que podíamos denominar “sector cínico”, capitaneado por Alfonso, que manifestaba que el amor no existe, que es una reacción química que dura seis meses y que lo que queda después es una cosa llamada rutina.

En el otro extremo de la mesa se encontraba el que podíamos denominar “sector romántico”, encabezado por Bea y Maite, que afirmaba que el amor verdadero sí que existe y que cuando lo experimentas en tus carnes te das cuenta de que es verdadero… y eterno.

Yo que me encontraba posicionado físicamente en el centro de la mesa, y veía pasar los argumentos a un lado y a otro como si fuera un juez de silla en un partido de tenis.

En un momento le dije a mi amigo Juan Vi:
- Vas a ver lo poco que tarda en salir a relucir el asunto de la oxitocina”.

Inmediatamente, Alfonso cogió el guante:
- Efectivamente, la oxitocina, la hormona del amor. Está demostrado científicamente que las personas que dicen estar enamoradas tienen altos niveles de oxitocina en la sangre. Está hormona está asociada con la afectividad, la ternura, la confianza y la generosidad. Vamos, que es una especie de droga que te hace parecer más tonto que si llevaras puesto el idiotizador de Pablo Motos (para los que no lo conozcan, creo que es el momento oportuno de decir que Alfonso es muy, pero que muy, cínico).

En este punto, decidí tomar partido por el “sector romántico”:
- Vale, está bien. Admitimos “barco” como animal acuático y admitimos que la oxitocina te deja en un estado de semiinconsciencia que te hace verlo todo de color de rosa. Vale. Pero la oxitocina no es la causa del amor, sino su efecto. Me explico. Tú no te enamoras porque se produce una descarga hormonal en tu cerebro. Es al revés, te enamoras y a continuación se produce esa reacción hormonal. Pero el sentimiento de amor, puro, es anterior. Y ese sentimiento sólo se produce con una determinada persona. Si se tratara únicamente de una cuestión hormonal nos enamoraríamos de todo el mundo, y eso no es así. En definitiva, que la oxitocina es la prueba definitiva y la confirmación de que el amor verdadero existe.

Ahora que lo pienso, que discusiones más raras tenemos, ¿no? ¿No podríamos discutir de fútbol o de política como todo el mundo?

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