martes, 6 de julio de 2010

Una de romanos

Es curioso.

Según me enseñaron en el colegio, el número 4 se debe escribir en números romanos como IV. Pero si nos fijamos en la práctica totalidad de los relojes que llevan la numeración con números romanos, veremos que el número 4 se representa en sus esferas… como IIII (bueno, salvo el Big Ben pero ya sabemos que los ingleses son así).


El caso es que este “error” sólo parece ocurrir en las esferas de los relojes, ya que en el resto de situaciones en las que se utilizan números romanos se utiliza el IV, como sería lo correcto. Entonces, ¿qué pasa con los números romanos en los relojes?

Parece ser que, en sus orígenes, el sistema numérico romano se basaba en el método aditivo, es decir, que el número 4 se representaba como IIII y el número 40 como XXXX. Con el tiempo se empezó a utilizar el método sustractivo: el número 4 se empezó a representar como IV, el número 9 como IX, etc… De este modo se utilizaban menos símbolos. Este método empezó a utilizarse durante el Imperio Romano, prueba de ello es que el número 9 en los relojes se representa como IX y no como VIIII. Pero, ¿qué tiene de especial el número 4?

Hay muchas teorías. Desde que se quiso evitar el uso del IV porque en latín era la abreviatura del dios pagano Júpiter (IVPPITER) y se consideró blasfemo usarlo en los relojes de las iglesias cristianas (y que los propios romanos tampoco lo utilizaban por respeto a su dios), hasta que se utilizaba para evitar confusiones entre el número IV y el número VI al estar ambos en posición inversa en la esfera del reloj. Pero ninguna termina de convencer.

Sin embargo, existe una historia (probablemente apócrifa) que explicar “perfectamente” el origen de esta costumbre.

Luis XIV, rey de Francia, era un fanático de los relojes. En una ocasión se le ocurrió organizar un concurso para elegir un modelo de reloj “perfecto”. El Rey eligió uno de los relojes, que era perfecto en cada detalle, y dijo: "El ganador es este reloj". Sin embargo, el diseñador del reloj se había dado cuenta, en medio del concurso, de que había utilizado, por error, el IIII en lugar del IV. Así que en ese momento, avergonzado, se acercó al Rey y le dijo: "Este reloj no puede ser el ganador, ya que, no es perfecto: el 4 es IIII en lugar de IV". Pero Luis XIV dijo: "Bueno, de ahora en adelante todos los relojes perfectos llevarán IIII en lugar de IV".

Y así ha llegado hasta nosotros esta curiosa tradición…

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Actualización a 8 de septiembre
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Transcribo la explicación de un filólogo clásico que me ha llegado sobre el asunto:
"Por lo que aparece en los textos latinos siempre ha habido un consenso en escribir 4 como IIII, en todas las épocas, desde la republicana a la imperial. Es decir, que eso es lo normal y lo habitual. En el Renacimiento con motivo de la creación de los relojes de esfera, de los que era un gran amante nuestro gran emperador Carlos V, se intentó ahorrar espacio con una nueva forma de escribir el número 4, esto es con la forma habitual desde entonces y que llega hasta nuestros días, restándole el uno. Aun así no os compliquéis mucho la vida porque los romanos, como diría Obelix, están locos. En el Renacimiento surgen nuevas interpretaciones de los clásicos y de Roma, y muchas veces ese período ha dejado algunas mentirijillas o algunas interpretaciones que han pervivido hasta nuestros días. Para ponerte un ejemplo numérico, los renacentistas, que estaban locos por el mundo clásico, y lo reinventan, escribían mil, no como M, sino como CIC, y la primera C vuelta, ya que hacían un criptograma de la M romana, con el consecuente lío para los estudiosos posteriores...pero esa es otra historia...en resumen que en Roma, lo que es Roma la forma habitual es IIII, con el Renacimiento se cambia como tantas otras cosas del mundo clásico.
Tened cuidado con la Wikipedia que la carga el diablo."

P.D.: Nunca dejéis que una explicación veraz os estropee una bonita historia...

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