lunes, 7 de junio de 2010

Las visiones en FlashForward

El otro día escribí un post sobre la serie “FlashForward” y me quedé con ganas de escribir más.


Por ejemplo, sobre los distintos tipos de predicción que surguen de las visiones (los "flashforward") de la serie. A mí se me ha ocurrido realizar la siguiente clasificación:
  1. Profecía autocumplida.
  2. Destino inexorable.

  3. Mal presagio.


Una profecía autocumplida es aquella que es en sí misma la causa de que algo se haga realidad. Imaginemos que un reputado analista bursátil da una rueda de prensa y afirma que la situación económica es muy mala y que la bolsa va a bajar... está claro que la bolsa terminará bajando. Pero siempre nos quedará la dura de si la bajada iba a producirse, o si realmente ha sido provocada por esa declaración. Un ejemplo de este tipo de predicción, sería el flashforward de Mark y Olivia. En su flashforward Olivia ve que ha abandonado a su marido Mark y que vive con otro hombre. Precisamente esta “revelación” es la que hace que surja la desconfianza entre la pareja y que finalmente se separen. Aunque parece que no había otras causas que justificaran su separación. Otro ejemplo sería el flashforward de Janis, que se ve a si misma haciéndose una ecografía porque está embarazada de tres meses. Ella es lesbiana, no tiene pareja, y nunca había pensado en tener un hijo. Sin embargo, la predicción remueve sus sentimientos, la hace acudir a una clínica de fertilidad y finalmente termina acostándose con su compañero Demetri (¡un hombre!) para que el flashforward pueda hacerse realidad.


El destino inexorable, es una una especie de poder sobrenatural que guía los acontecimientos hacia un determinado fin de forma inevitable, de manera que se hace imposible esquivarlo. Un ejemplo sería el flashforward de Price y Keiko, que por otro lado es una de las historias que más me gusta (será porque soy un romántico). Cuando se produce el desvanecimiento, Price está a punto de suicidarse porque tiene cáncer. En su flashforward se descubre hablando con una chica japonesa de la que está enamorado, Keiko (nombre que, por cierto, significa “la adorada”). Así que Price retoma el tratamiento de quimioterapia, aprende japonés, y viaja a Tokio con la esperanza de encontrarse con Keiko. Ésta, por su parte, deja su alienante trabajo, se tatúa la palabra “Creer” en la muñeca, y se dispone a viajar a Estados Unidos. Price encuentra milagrosamente la casa de Keiko en Tokio, pero ella acaba de irse. Descorazonado, Price regresa a Los Ángeles... en el mismo avión que Keiko… pero sin llegar a verse. En Los Ángeles sus caminos siguen entrelazados y están a punto de encontrarse de nuevo. Su destino está escrito... pero no aún. No se pueden precipitar los acontecimientos. Hay que tener paciencia. El universo conspirará para que a las 22:00 del día 29 de abril de 2010 ambos se encuentren por primera vez en un restaurante japonés en Los Ángeles.

Un mal presagio advierte de un suceso negativo del futuro. No obstante el hecho mismo de conocer ese futuro nos puede permitir cambiarlo. Un ejemplo de ese tipo sería el caso de Demetri, que no tuvo un flashforward porque sería asesinado el 15 de marzo de 2010. Sin embargo, el hecho de conocer detalles de su muerte le permite sobrevivir a ella. En definitiva que el futuro no está escrito.

Como veis, la serie no toma partido. En ese sentido el argumento es un poco tramposo ya que no nos dice si creamos nuestro propio futuro, o si éste está escrito. Y tampoco nos dice si ese futuro es inalterable, o se puede cambiar. Parece que todas las hipótesis son ciertas y todas son falsas a la vez. Es por ello que digo que la serie me está decepcionando un poco.

Y en la vida real, ¿a que tenemos que atenernos?

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